Mediante los procesos de galvanizado, por inmersión o electrolítico para obtener un recubrimiento de Zinc, se logra proteger al acero de los procesos corrosivos en un proceso conocido como protección catódica. El recubrimiento adopta un comportamiento anódico y hace que el acero se comporte como el cátodo de las celdas electroquímicas donde se presentan dichos procesos.
El zinc protector se disuelve con facilidad en ambientes acuosos, aleado con otros metales como cobalto, manganeso, hierro cobre y especialmente con el níquel, siendo necesaria la aplicación de espesores apreciables, que dificultan procesos posteriores pero disminuye considerablemente la velocidad de su deterioro.
Estos van pasando por series de celdas electrolíticas a velocidades iguales o superiores a unos 60 m/s; se utilizan altas densidades de corriente que solo se logran con electrolitos ácidos en flujo turbulento
El montaje mostrado reproduce con bastante fidelidad las condiciones industriales y permite el control y estudio de los parámetros del proceso
El zinc protector se disuelve con facilidad en ambientes acuosos, aleado con otros metales como cobalto, manganeso, hierro cobre y especialmente con el níquel, siendo necesaria la aplicación de espesores apreciables, que dificultan procesos posteriores pero disminuye considerablemente la velocidad de su deterioro.
Estos van pasando por series de celdas electrolíticas a velocidades iguales o superiores a unos 60 m/s; se utilizan altas densidades de corriente que solo se logran con electrolitos ácidos en flujo turbulento
El montaje mostrado reproduce con bastante fidelidad las condiciones industriales y permite el control y estudio de los parámetros del proceso
La aleación Zn-Ni ha mostrado las mejores características de soldabilidad, pintabilidad y protección a la corrosión. En la electrodeposición simultanea de estos 2 metales, se presenta el fenómeno conocido como codeposición anómala por cuanto resulta inhibida la deposición del metal más noble (Ni) y estimulada la del metal activo (Zn).